Una cocina rústica y vintage

La cocina debe ser parte de su entorno. Y, en el caso de esta cocina rústica y vintage integrada en el salón, el entorno de la casa lo es todo. Se trata de una preciosa cocina situada en un caserío en Bergara, que ha contado con la participación de la diseñadora Eli Alberdi.

Para el diseño de esta cocina, desde Bastida Sukaldeak se han tenido en cuenta todas las necesidades de los clientes y se ha mantenido el estilo propio de este tipo de vivienda. La sensación de calidez y hogar es una de las características decorativas que hacen de esta casa un lugar muy especial.

Por ello, se han combinado unas puertas lacadas con marco, que aportan un estilo tradicional pero moderno, con una encimera de madera natural, a la que se ha aplicado un tratamiento especial para aumentar su resistencia; además de una zona de cocción de estilo tradicional en color negro y dorado, -con una placa de inducción del mismo color-, y un horno plateado.

De esta forma, la cocina queda totalmente equipada. Esto, unido al papel pintado en estilo floral, el color azul de los muebles y el frigorífico SMEG en blanco, hacen que todo el espacio se combine a la perfección y siga el mismo estilo del resto de la casa, donde la piedra de las paredes, la piel del sofá tipo chester y la madera de la mesa del comedor son los grandes protagonistas.